Una de las lecciones que he aprendido y grabado mentalmente en mi andadura por "territorio infantil" es el peligro que puede llegar a tener un niño pequeño armado con un papel en blanco, lápices y esa naturalidad (bendita naturalidad) sin complejos que destilan. Puede parecer exagerada la imagen (real) que os envío adjunta en el post, pero creedme que he visto cosas parecidas...
*Nota: Si no se puede leer bien la carta de la imagen, pulsad en ella para ampliarla, porque no tiene desperdicio.
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