viernes, 24 de abril de 2009

Una mañana cualquiera

Quiero que venga mamá,
seño, me estoy orinando,
siempre se enfada conmigo,
profe, que ha sido Fernando.

Hoy no me bebo la leche
porque estoy muy cabreado;
iba corriendo, caí
y me han pisado la mano.

¿Quién me presta el color rojo?,
se lo cambio por un tazo;
voy a llevarme el dibujo
pero no puedo acabarlo.

Hazme un avión de papel
porque es mi cumpleaños,
hoy he cumplido los seis,
no me lleves de la mano.

¿Qué le pasa a Manolita
para que venga llorando?
Estaba allí tan tranquila
y le ha pegado Gustavo.

¿Puedo salir el primero?
¿Puedo ser el encargado?
He recogido las cosas,
lo dejé todo ordenado.

Cuando den las vacaciones
no despertaré temprano,
se va acercando el momento,
con lo que llevo esperando...

Pero extrañaré al amigo
que me riñe si soy malo,
que toma en serio mi mundo,
que me escucha cuando hablo.

sábado, 18 de abril de 2009

Maleteros

Cuando firmamos un contrato con Ciempiés, debo avisar al personal de que existe una cláusula elíptica que dice que “renuncias por completo al usufructo del portamaletas de tu propio vehículo”. La vida siempre en el camino que laboralmente llevamos hace que nuestro maletero (sea del tamaño que sea) se encuentre siempre atestado de cachivaches, juguetes y material de papelería, entre otras muchas cosas: gajes del oficio.

Incluso dicen las malas lenguas que una vez paró la Guardia Civil al “Emperador”, en aquel coche blanco (destartalado por la edad y el uso) que tenía antes de su nueva y flamante Kangoo y al ver cómo llevaba el coche de lleno de material inverosímil variado le preguntaron si era cartonero.
Y no es lo peor que puede ocurrirnos. Imaginaos la situación: la ilustre benemérita nos detiene por hablar por cualquier motivo y nos pide que abramos el maletero; al ver ese antiestético cubo lleno de materia sospechosa no se resisten a preguntar de qué se trata. A ello no nos que más remedio que responder “sí, señor agente, lo que hay en el cubo es caca de la vaca. Pero no una caca cualquiera, sino nada más y nada menos que el hogar de un montón de Lombrices Rojas de California: toma ya”. De ahí al manicomio o la perrera, según se lo tomen…

miércoles, 15 de abril de 2009

de regalo uin poco de arte que podeis en contrar en este enlace donde aparecen grandes creaciones a partir de material de deshecho. disfrutadlo poruq merece la pena.


http://19bis.com/objectbis/about/

aqui os dejo una foto del nuevo taller que pusimos en practica el pasado martes 14 de abril utilizando entre otros materiales cd's, vasos de plastico e imanes. Quedó bastante chulo!!!

jueves, 9 de abril de 2009

Buena suerte, compañero

La mayoría sabéis que suelo andar con la tontería de que soy africano. Sabréis igualmente entonces que por aquellos lares el tema de la inmigración ilegal es un espinoso asunto que sensibiliza especialmente a la población por todo aquello que está acostumbrada a ver en primera persona. Escribí el artículo que pongo a continuación hace ya algún tiempo, fue publicado por el diario “El faro de Ceuta” y ahora me gustaría compartirlo con vosotros, que estáis tan acostumbrados a tratar con la diversidad; porque no siempre sabemos lo que cuesta llegar a la Tierra Prometida y quedarse. Un saludo para tod@s.



Buena suerte, compañero (tomado de El faro de Ceuta)

El otro día tuve la oportunidad de ver con sumo interés en la televisión pública andaluza un reportaje sobre inmigración, por desgracia muy de actualidad, tras otra nueva avalancha de pateras en las costas españolas. En él se entrevistaba a unos cuantos inmigrantes africanos llegados a distintas playas de Ceuta a nado, en pleno diciembre, arriesgándose a ahogar sus vidas víctimas de la extenuación o la hipotermia.
También contaban en la entrevista cómo las autoridades no les quisieron ayudar a alcanzar el sueño europeo. Se limitaron, decían, a darnos comida, techo y abrigo, pero no nos dejaron salir del recinto donde nos encontrábamos, hacinados, pero muy esperanzados ante la puerta de Europa y una vida digna. La policía llevó a un grupo de elegidos de los cientos que se encontraban en el centro de estancia temporal, al fin, camino al barco que los conduciría a la Península. Les habían contado que su situación seguía sin estar regulada, y sencillamente iban a otro centro de estancia para evitar la masificación en Ceuta, pero nada importaba: estaban mucho más cerca del objetivo, estaban siendo trasladados a Murcia y a su libertad…
Sin embargo, esto no es una película, y la historia no tiene final feliz. La cruel policía española, tras dos meses esperando y sin poder salir tampoco de este nuevo centro para inmigrantes, los metieron a todos en un autobús, camino al aeropuerto donde tomarían un avión que los devolvería a su país de origen, al infierno de realidad del que huyeron buscando una vida mejor en algunos casos, y en otros sencillamente una vida. Es desgarrador ver las imágenes siguientes en las que hombres hechos y derechos, enormes como armarios roperos de ébano, lloran desconsoladamente pataleando y pidiendo por favor que les permitan quedarse, aunque sea sin papeles y sin salir de la estancia donde han estado viviendo. Esta tragedia moderna es preocupante, lamentable y ferozmente injusta. Como injusto resulta tildar de desalmados a los que tienen que realizar el proceso de extradición y vivir el drama desde cerca. Es indignante presenciar con impotencia cómo una televisión que pagan los españoles sesga una noticia, buscando el morbo, o simplemente por culpa de la inoperancia y la falta de información. Por supuesto, no pude ver en el reportaje ninguna figura de las atacadas dando su opinión sobre el asunto.
Me enorgullezco de haber sido criado por una de esas autoridades sin piedad; una persona de profundos valores morales y humanos de los que ojalá hubiera yo aprendido una pequeña parte, una persona que he visto no poder dormir pensando en los problemas ajenos que ha vivido ese día, y que dos de cada tres saludos que recibe por la calle son de un inmigrante agradecido al que se nota la sincera sonrisa de alegría al ver a alguien que le ayudó cuando lo necesitaba. Una persona que en ocasiones, muy a su pesar, y cumpliendo con la ley y con su obligación, ha tenido que enviar a estas pobres criaturas camino a sus países. Y seguramente ninguno de los periodistas que plasmaron la desgracia de estos pobres hombres tiene puñetera idea de las cicatrices en el alma que también deja a muchos que tienen el desagradable trabajo de vivir la injusticia del mundo y la miseria ajena.
Bien podrían hacer en denunciar a las personas que aconsejan romper sus papeles a los inmigrantes para no volver a su patria, sin mencionar que eso no les permite el asilo en España, sino el limbo, o en criticar a aquellos que no pueden llamarse seres humanos y se ganan la vida mandando a la gente, previo cobrarles todo lo que tienen, en cáscaras de nuez a la muerte o la desesperación. Inhumanos son aquellos que viven de la ilusión ajena sabiendo que no están vendiendo más que caro humo; aquellos que se alimentan de las penurias de los demás.
Si de verdad vivimos en un país desarrollado, tenemos que pedir a nuestros dirigentes que dejen de hacerse fotos en el lugar de la desgracia, y hagan algo por evitarla. Pero es más fácil y hace menos ruido llamar desalmado al que tiene que llevar a cabo el resultado de la desidia del resto de la sociedad.
Estés donde estés, toda la suerte del mundo, compañero. Te deseo que alcances la vida que te mereces y que nunca nadie vuelva a utilizarte para rellenar minutos interesados de un programita, previo darte una palmada de despedida cuando te introduzcan en un avión.

martes, 7 de abril de 2009


gracias a todos por el apoyo al concierto de tremenda cleo. fue un exito!!!! y gracias en especial a las asistentes con mas patas. muchas gracias de verdad raquel j, raquel r y elena r. fue un detallazo

en breve espero poder ofreceros alguna imagen del evento, entre tanto aqui teneis otra obra de arte:

sábado, 4 de abril de 2009

Violinista en el metro

¿La ceguera es sólo una discapacidad física? Una de las cosas que más me molesta en este insolidario mundo es cuando me cruzo con un vecino y me quedo con el "buenos días" en la boca y cara de idiota ante la indiferencia del saludado. Me topé el otro día con esta ilustrativa historia real que hace reflexionar sobre la indiferencia humana y algún que otro valor más de esos que pretendemos transmitir a "nuestros niños y niñas". Un saludo para todos.



(Tomado de El Club de la Efectividad. The Washington Post).

Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus trabajos.Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico. Un hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había una persona tocando música. Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha.Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino.Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño se plantó ante el músico. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño continuó volteando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares. Dos días antes de su actuación en el metro, Bell colmó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.Esta es una historia real. La actuación de Joshua Bell de incógnito en el metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas. La consigna era: en un ambiente banal y a una hora inconveniente, ¿percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?Una de las conclusiones de esta experiencia, podría ser la siguiente: Si no tenemos un instante para detenernos a escuchar a uno de los mejores músicos interpretar la mejor música escrita, ¿qué otras cosas nos estaremos perdiendo?

jueves, 2 de abril de 2009


Mañana dia 3 de abril gran concierto, alli espero veros a todos. un a brazo patillas!!!
Aqui os dejo alguna de las creaciones de sonia para el mundo de Cleo, en breve habra mas noticias.

miércoles, 1 de abril de 2009

El arma definitiva

Una de las lecciones que he aprendido y grabado mentalmente en mi andadura por "territorio infantil" es el peligro que puede llegar a tener un niño pequeño armado con un papel en blanco, lápices y esa naturalidad (bendita naturalidad) sin complejos que destilan. Puede parecer exagerada la imagen (real) que os envío adjunta en el post, pero creedme que he visto cosas parecidas...





*Nota: Si no se puede leer bien la carta de la imagen, pulsad en ella para ampliarla, porque no tiene desperdicio.