Después de tener hace poco tiempo la oportunidad de participar en un Taller de Cuentos para educar en valores, comprendí la importancia y eficacia que puede llegar a tener, el recurrir a los cuentos para hacernos reflexionar y aprender.
Esta técnica educativa y popular ha estado y está presente en todas las épocas y culturas.
Una cuestión importante sería ¿Los cuentos son sólo para niños/as? Sería un error pensar que sí.
Este género literario es un atrayente y eficaz manera de sensibilizar, despertar la creatividad, transmitir ideas, mensajes y valores… de forma atractiva y hasta lúdica.
A través de los mensajes de las historias, se puede educar en valores. (Ejemplo: autoestima, humildad, ingenio, libertad, ecología, trabajo en equipo, solidaridad…, e incluso habilidades sociales y comunicativas: la empatía, la escucha activa…)
El cuento podría describirse pues, como un “ropaje de la realidad”.Para educar a través de esta técnica, os recomiendo:
Tener en cuenta los intereses, necesidades y posibilidades del grupo.
Elegir los cuentos que más se adecuen a nuestros objetivos.
El educador o la educadora, después de la narración, puede proponer el hacer ejercicios: proponer preguntas, abrir un debate, contar experiencias, hacer alguna dinámica…
“Si ayudamos a revivir el mundo de los cuentos en los diferentes ámbitos de la educación, estamos colaborando a constituir un mundo de más ternura, que quizás, es una de las mayores lagunas de nuestra sociedad.” Alfonso Francia y Gema Sánchez.
Y recordad:
“LOS CUENTOS SON REGALOS QUE PERDURAN TODA LA VIDA”
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Y añado que contarlos no los condena al exilio, puesto que los pequeños/as nunca se cansan de oir un buen cuento (aunque sea el mismo), ya que ellos mismos lo piden, como un buen cinéfilo ve una y otra vez su película favorita...
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