domingo, 19 de diciembre de 2010

Derivado del endemoniado volumen de alcohol ingerido en la última cita, el viernes pasado, con los compañeros más queridos de trabajo que he tenido nunca... permanecí en estado de shock gastroenteritico-neurotóxico-espasmódico-galopante durante todo el sabado... de hecho escribo ahora desde un olimpo que jamás hubiera soñado habitar, el de aquellos que han vuelto a la vida después de navegar por la Estigia... y justo que ahora como buen juerguista prometo no volver a beber más en la vida, todos sabemos que volveré y espero entonces qeu me acompañéis en ese tránsito... porque lo verdaderamente malo de beber me he dado cuenta qeu es dejar de hacerlo... imaginense que en pleno vigor y énfasis de mi disfrute vital, en aquellos bailes efímeros y dionisíacos, embriagado de efluvios etílicos, hube de irme a casa y ahí comenzó lo malo, la maldita habitación giratoria que alquilamos hace ya mas de tres años le da por accionarse precisamente esa noche, y claro hube de soltar líquidos como ritual básico descongestivo... a la mañana siguiente tenía el martillo pilón golpeándome la cabeza y me dió por intentar calmar sus ansias con Ibuprofeno 600 mg en una dosis efervescente de sabor anaranjado que como no era de extrañar, duró entre mis pieles lo que dura una loncha de coca en el servicio de la Copera (Vease discoteca frecuentada por jóvenes de la noche granadina), igual maniobra se obró con la manzanilla, el arroz blanco y demás... y yo solo me pregunto ¿Porque me fui de aquella fiesta?

Ya estoy recuperado... el primperan y el omeprazol pueden hacer milagros...
Espero que lo pasaraís muy bien y que repitamos, pero dejando algo de alcohol a las pobres almas qeu quieran disfrutarlo... jejejeje

2 comentarios:

  1. No quisiera ser hipócrita y se que son fechas de excesos; yo tambien he sido joven, pero no creo que esta entrada sea ni apropiada ni inteligente, tratándose este de un supuesto espacio educativo de dominio publico. Espero que nadie se ofenda, pero soy madre y me parece que el detallado documento de un dudoso ejemplo habría quedado mejor en la intimidad y desentona con el tono general del espacio del ciempies.

    Anabel Sanz

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  2. "Hasta este momento no había leido la desafortunada entrada que Anabel desaprueba con todo la razón. El problema de establecer espacios de opinión es que se pueden utilizar inadecuadamente como ha sido el caso. Uno espera que el sentido común impere, que la madurez nos indique cual es el contexto adecuado para compartir determinados comentarios; pero es evidente que, en ocasiones se pierde la perspectiva.

    Como responsable de Ciempiés pido disculpas a Anabel y a todas las personas que sientan que esta entrada esta fuera de lugar (entre las cuales me incluyo) y espero que, en breve, el autor de la misma haga lo propio.

    Borrar la entrada tal vez sería una opción más aceptada, pero desearía que esta serie de comentarios sirviese para que todos aprendamos de nuestros errores y usemos este espacio adecuadamente (circunstancia que se venía cumpliendo hasta el momento).

    Cesar Elvira. Presidente de Ciempiés".

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